lunes, 10 de diciembre de 2012

Un soldado muy escurridizo

Anthony John Deanne-Drummond, durante la Segunda Guerra Mundial, logró evadirse hasta tres veces del ejército italiano y alemán

Durante su servicio en el norte de África se alistó como voluntario en los comandos. En febrero de 1941 participó con el 11º batallón del SAS, como teniente, en la primera operación aerotransportada británica. La Operación Colossus, tenía como objetivo volar el acueducto del río Tragino, en Apulia, vital para el suministro de agua al ejército italiano. Lograron su objetivo pero el equipo de comandos cayó prisionero. 

En diciembre de ese mismo año y tras varios intentos, incluyendo la excavación de un túnel, Deanne-Drummond se fugó del campo de prisioneros italiano de Sulmona. Vuelto a capturar a un paso de la frontera suiza lo volvieron a enviar a otro campo en el que siguió insistiendo en fugarse. 

Transferido a un hospital de guerra en Florencia, en la primavera de 1942, volvió a escapar saltando por una ventana. Esta vez consiguió llegar a la neutral Suiza. Desde allí logró pasar de forma clandestina hasta el sur de Francia y volver a Gran Bretaña. 

Con el grado de mayor, en la 1ª División Aerotransportada británica, participó como segundo al mando del cuerpo de señales en la Operación Market Garden. Mientras trataba de enlazar con la 1ª Brigada Paracaidista se separó de su unidad y con otros soldados pasó tres días escondido en el lavadero de la parte trasera de una casa ocupada por los alemanes, a escasos 700 metros del puente de Arnhem

Tras lograr salir de allí y llegar a la orilla del Rin, se desnudó, envolvió la ropa en su chaquetón de paracaidista y lo cruzó a nado. En la oscuridad, tuvo la mala suerte de salir del rio y caer en una trinchera sobre un soldado alemán. Pudo disparar al soldado alemán pero casi al instante aparecieron más soldados y terminó, de nuevo, apresado. Deanne-Drummond no dejaba de pensar en fugarse de nuevo, y mientras iba en una columna de prisioneros, que se dirigía a la retaguardia, lo volvió a hacer. 

Tras escapar, pasó los siguientes 13 días escondido dentro de un armario. Se alimentó con unas pocas galletas y la escasa agua que le quedaba en la cantimplora. Finalmente la resistencia holandesa le ayudó a regresar a las líneas aliadas.

Cuando acabó la Segunda Guerra Mundial, Deanne-Drummond continuó en el ejército y estuvo al mando de la 3ª Brigada paracaidista. En 1957 volvió al SAS tomando el mando del 22º regimiento. En la residencia de ancianos de Alveston, falleció el 4 de diciembre de 2012, a los 95 años.

Para saber más:
El País

2 comentarios:

  1. Muy buena informacion, todo un Wally era el hombre jajaj siempre escapando jajja

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